La noche del 10 de noviembre de 1890, el buque-escuela británico "HSM Serpent" que se dirigía a Sierra Leona, embarrancó contra Punta do Boi,debido a la tomenta y el viento, la poca visibilidad de la noche cerrada y a la bravura del mar característica de nuestra costa.
De los 175 tripulantes que iban a bordo, sólo tres consiguieron salvarse. La historia dice que el cura de un municipio cercano (Xaviña) y parte de los vecinos del mismo, fueron a la zona para ayudar a rescatar los cadáveres. día a día, el mar iba escupiendo cadáveres a las playas cercanas.
En el mismo lugar dieron sepultura a todos ellos, bautizando la zona como el "Cementerio de los Ingleses", que fue consagrado el 23 de Noviembre.
Como muestra de gratitud y colaboración hacia la población que ayudó a rescatar a los tripulantes del barco, el "Lord Commissioner of The British Almiralty" envió varios regalos: una escopeta para el párroco de Xaviña, un reloj para el alcalde de Camariñas y un barómetro para el Ayuntamiento.
Cada año, un buque de la Armada Británica pasa por el lugar de la catástrofe y hace sonar salvas en honor a los muertos. Durante años, cualquier barco de guerra inglés, hasta alrededor de los años 50, disparaba salvas de ordenanza cuando pasaba frente a éste lugar.
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